Todos los artículos que se comercializan deben ser seguros, es decir, estar libres de riesgos o presentar solo riesgos menores que sean compatibles con la forma en que se utilizará el producto y, por tanto, libres de riesgos inaceptables. La seguridad de los productos es un componente del derecho a la seguridad de los consumidores.
Las cualidades de un producto (su diseño, sus componentes, su composición, su forma, su envase, etc.), las condiciones de uso (contexto, tipo de consumidor, interacción con el producto, mantenimiento, etc.) y la información y las advertencias que lleve, conforma la seguridad del producto.
La globalización y la seguridad en productos
Los mercados y las economías del mundo global deben lidiar con un sistema que pone en contacto directo todos los puntos del planeta en cadenas de suministro cada vez más complejas y extensas, cuyos actores, además de estar dispersos, tienen diferentes responsabilidades respecto a la seguridad de los productos que diseñan, fabrican, importan o venden.
En términos prácticos, el escenario global implica que un proveedor que antes producía sus productos en uno o dos lugares dentro de su propia nación y los vendía en varias regiones del mundo, ahora tiene fábricas en varias naciones. Por ello, los productos se fabrican con varias partes, piezas y componentes, cada uno proviene de una fábrica diferente en todo el mundo, y pueden contener algunos defectos de seguridad. Además, estos productos también deben ser entregados en varios mercados.
En esta realidad, la distribución de productos se realiza en un marco que no encuentra respuesta a los riesgos asociados al consumo de productos peligrosos en los sistemas de protección convencionales, que se agravan por las marcadas diferencias entre los distintos marcos normativos.
Debido al carácter global de la seguridad de los productos, que desde la perspectiva de los organismos de protección de los consumidores, no solo abarcan las cualidades intrínsecas de los productos, sino también el comportamiento de los consumidores y las vulnerabilidades en sus interacciones con ellos, así como el avance de la ciencia y los problemas emergentes provocados por los nuevos productos. Además, de la evolución del mercado y sus actores, es importante comprender la seguridad de los productos en su contexto global.
